En A4-Estudio siempre decimos que la fotografía es el mejor medio para expresar nuestro arte y sentimientos. Por ese motivo, decidimos fotografiar y celebrar la vida junto a Beatriz Pérez una mujer que al igual que nosotros, está muy orgullosa de sí misma y permanece fuerte a pesar del paso del tiempo.
Entonces, nada mejor para festejar el estar aquí, que salir de nuestra zona de confort e inmortalizar los 60 años de Beatriz. Porque llegar a esa bella edad también es ocasión para mostrarle al mundo quienes somos, como nos sentimos y la experiencia y sabiduría que nos da el tiempo vivido.
Aunque ya el rostro no refleja la belleza de los veinte, los treinta o los cuarenta, si expresa la juventud acumulada en seis décadas de vida. Las finas arrugas, el cabello plateado, y el cambio en la expresión facial, además de visibilizar la llegada de la tercera edad, es sinónimo de alegría y de renacer, porque la vida nos ha dado la oportunidad de atesorar miles de experiencias y de comenzar a vivir otras tantas.
Tener 60 años, significa haber llegado a la Edad de Oro, donde no hay necesidad de guardar ningún tipo de apariencias, pues ataduras como las dietas, el estrés laboral, o el simular lo que no somos, ya se han convertido en cosas del pasado. Hemos llegado al momento en que debemos vivir a plenitud el tiempo que nos queda y alegrarnos por el privilegio que significa haber vivido seis décadas, y en este caso, en dos siglos y milenios diferentes, en los que se ha sido testigo de los cambios, no solo de nuestro cuerpo sino también, del mundo que nos rodea.
A esta edad, el día de nuestro cumpleaños además de ser equivalente a la felicidad que merita un año más de vida, nos da el enorme placer de disfrutar de la compañía de nuestra familia. En la celebración por nuestro aniversario, tenemos la satisfacción de ver realizados a nuestros hijos y tener el cariño inigualable de los nietos, esos que nos dan la oportunidad de participar en la formación de su ser, pero ahora con otro punto de vista de lo que entraña la paternidad.
Definitivamente, los 60 años son motivo para celebrar, para vivir y seguir soñando con todo lo que nos queda por hacer. Disfrutar de cada día como si fuera el último y de las pequeñas o grandes cosas que sucedan en nuestras vidas porque el tiempo pasa y no se detiene. Por eso, si tienes la oportunidad de inmortalizar este momento hazlo con la satisfacción que implica tener más de 60 motivos para fotografiar la vida.